La reina Isabel II, nacida en 1.926, celebra el reinado más extenso de la historia. Sin embargo, el rey Luis XIV, conocido como el Rey Sol, se mantiene en el primer lugar con los 72 años en el trono.
Para su larga vida, contaba con una serie de hábitos para mantenerse saludable, a pesar de haber presentado ciertos problemas el año pasado.
1. No se exponía al sol
Desde hace décadas, la monarca evitaba exponerse al sol en cualquier momento, para mantener protegida su piel. Incluso, lo hacia en sus vacaciones en el castillo Balmoral, lejos de la Escocia Tropical.
Además de esto, la reina no utilizaba ningún tipo de maquillaje, y las cremas que utilizaba no son de gran costo. Uno de sus productos favoritos era de la marca Cyclax, y tienen precios de menos de diez euros.
2. Se mantenía en actividad constante
Otro de los secretos era estar en constante movimiento, para mantenerse activa. En todas las ceremonias se levantaba cada vez que era necesario.
En octubre del año pasado, se pudo ver que la monarca en un evento, usaba un bastón. Una fuente de la realeza aseguró que a pesar de que esto es muy poco común, lo empleó por comodidad.
La reina no acostumbraba a estar sentada en el escritorio todo el día. Además, solia cuidar mucho su tiempo de dormir, por lo que procuraba descansar todas las noches, siete horas y despertar a las 7:30 a.m.
Otra de sus actividades favoritas era montar caballo y pasear a sus perros, cuando tenia espacio en su agenda ocupada.
3. Buena alimentación
La reina optaba siempre por platos sencillos, como su favorito “pollo con ensalada”. Otro de los rituales favoritos de la reina era sándwich, bollos y té.
En el 2020, se publicó el libro “Larga vida a la Reina: 23 reglas para vivir como la monarca reinante más longeva de Gran Bretaña”, escrito por Bryan Kozlowski, en el que señaló que la monarca siempre agarra la porción más pequeña del pastel.
Ella seguia el consejo de los dietistas, el de darse un gusto para ingerir dulces en ocasiones especiales.
Darren McGrady, ex chef personal de Isabel, indicó que mantenía una buena alimentación, y que una de las reglas era que, en su plato de comida no existiría nada de almidón: ni arroz, ni pasta, ni patatas en la cena.
4. Nada en exceso
Dickie Arbiter, su exsecretario de prensa, declaró que era muy extraño ver a la reina ingerir más de una unidad de alcohol.
El chef McGradi señaló que la monarca tomaba cuatro bebidas alcohólicas diariamente, tal y como lo hacía la reina madre.
El ritual consistía en: “Una ginebra con Dubonnet, rodaja de limón y mucho hielo antes del almuerzo. Un dry Martini para acompañar sus comidas, que terminan casi siempre con una onza de chocolate y una copa de vino, y antes de irse a la cama una copa de champán”.
El exsecretario también comentó que a pesar de que las personas fumaban mucho cuando ella reina era joven, nunca llamó su atención, ni sintió tentación por hacerlo.
5. Ejercicios mentales
La actividad intelectual genera una vejez lúcida y fortalecida. La reina Isabel lo seguía practicando, y era de gran ayuda al momento de reunirse con políticos de toda índole, ya que la mantenían vigente.
Arbiter comentó que Isabel II recibía sus documentos gubernamentales de cualquier país, los leía y escribía sus debidas correspondencias. Así como estudiaba y se preparaba para sus audiencias, y conversaba con cualquier persona.
La monarca tenia como pasatiempo favorito ofrecerle ayuda a los primeros ministros en las sesiones de información en el palacio de Buckingham, en temas constitucionales o políticos en el que no tienen conocimiento, anexó Kozlowski.
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