Juan Daniel García Treviño es un ejemplo de que los sueños se pueden cumplir si hay constancia, pues la fama que actualmente goza tras encarnar a Ulises en la cinta Ya no estoy aquí le costó tener que crecer y desempeñarse en actividades alejadas de los reflectores, pero que para él fueron enriquecedoras.
Durante una entrevista en el canal de YouTube de Netflix Latinoamérica, el ahora también modelo contó cómo era su vida antes de la cinta que actualmente compite por llegar a la instancia final en la categoría de Mejor película extranjera, de los Premios Oscar.
«Nací en la colonia Celestino Gasca. A los 5 años nos fuimos de ahí porque vivíamos en las vías de un riel, a un ladito, y no podíamos estar viviendo ahí, nos reubicaron. Nos fuimos para la Alianza Real, en el norte de la ciudad de Monterrey, en Escobedo, Escomiedo. Éramos los únicos que teníamos tele«, contó el actor.
Luego, el famoso nacido en el año 2000 recordó que un día llegó «un huracán bien grande, no me acuerdo» y su hogar fue destruido, por lo que con su familia se asentó en «la caja de un tráiler. Y en ese tráiler pusimos nuestra tele, que era de pilas, y teníamos a toda la banda ahí».
«La colonia empezó a crecer, mis carnales también, y se formó esa pandilla de los Washalokos con mis carnales y demás camaradas que iban llegando. Había una pandilla que se llamaba Los Terkos, que eran puros de mi edad, y siempre veía que se ponían a bailar, se empezaban a retar cada quien con sus placas», señaló.
El actor reveló que «una vez me preguntaron: ‘¿Sientes que ya estás triunfando?‘. Y dije que sí, porque estaba haciendo las cosas que quería, aprendí a soldar.
Llegué y el primer día, queriendo aprender sin careta, sin lentes, me flamee los ojos. Después aprendí a soldar, los camaradas veían que andaba ahí de curioso y me oficializaron como soldador.
Llegó el dueño de la empresa y me dijo: ‘Ocupo uno de planta para meterlo acá a la nomina’. Volteé a ver a todos los camaradas y todos así de: ‘Dale, vete, vete'».
«Por eso me gusta la soldadura, porque fui trascendiendo, aprendiendo bastantes cosas y está bien divertido andar en las alturas soldando, está chido», confesó.
Aunque el ‘terko’ afirmó que su sueño «era la música. Armamos este cuadro (Fuerza Cumbiambera) donde tocamos mi primo, dos hermanos y mi mamá canta».
Juan Daniel recordó que un día su profesor de música los invitó a abrirle un evento al Celso Piña: «Estábamos todos emocionados porque nunca habíamos tocado en un escenario tan grande. Terminamos nosotros y se aceraron unas personas con una camarita, y me dijeron: ‘¿Cómo ves, te gustaría participar en una película? Estamos buscando un personaje de tus características’. Y yo así de: ‘Claro que una película, a huevo'».
«Cuando llego a ese casting, miro a bastantes cholos y dije: ‘Qué pedo, no me dijeron que se trataba de cholos’. Luego ya entró y me dicen que se trataba de baile, y yo no sé bailar. Entonces hice mis ridiculeces bailando, empezaba a sacar más pasos hasta que aprendí a bailar chido y aquí andamos», agregó sobre cómo llegó al papel en Ya no estoy aquí.
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